EL LUGAR MÁS PELIGROSO DEL MUNDO

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NASCITURUS

ANTE LA INTENCIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL DE SACAR ADELANTE UNA NUEVA LEY DEL ABORTO, ESTANDO NOSOTROS COMPLETAMENTE EN CONTRA DE CUALQUIER TIPO DE ABORTO, SEA POR EL MOTIVO QUE SEA, CREAMOS ESTE BLOG CON LA INTENCIÓN DE INFORMAR PUBLICAMENTE DE CUALQUIER NOTICIA SOBRE ESTE HOMICIDIO LEGALIZADO QUE ES EL ABORTO, INJUSTO, CRUEL E INHUMANO.



AL MISMO TIEMPO SUBIREMOS ENLACES CON LAS PÁGINAS DE GRUPOS Y ASOCIACIONES PRO-VIDA Y DE AQUELLOS QUE SE MANIFIESTEN PUBLICAMENTE CONTRA ESTOS ASESINATOS Y LOS CRIMINALES QUE LO PERMITEN Y QUE LO COMETEN, OLVIDANDO QUE UN MÉDICO ESTÁ PARA DEFENDER LA VIDA, NO PARA QUITARLA, AUNQUE SEA IMPUNEMENTE POR LA LEGALIZACIÓN DE SUS ACTOS POR SUS CÓMPLICES GOBERNANTES.



RECORDAMOS A LOS MÉDICOS EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO





JURAMENTO DE HIPÓCRATES

Juro por Apolo, médico, por Esculapio, Higías y Panacea y pongo por testigos a todos los dioses y

diosas, de que he de observar el siguiente juramento, que me obligo a cumplir en cuanto ofrezco, poniendo en

tal empeño todas mis fuerzas y mi inteligencia.

Tributaré a mi maestro de Medicina el mismo respeto que a los autores de mis días, partiré con ellos

mi fortuna y los socorreré si lo necesitaren; trataré a sus hijos como a mis hermanos y si quieren aprender la

ciencia, se la enseñaré desinteresadamente y sin ningún género de recompensa.

Instruiré con preceptos, lecciones orales y demás modos de enseñanza a mis hijos, a los de mi

maestro y a los discípulos que se me unan bajo el convenio y juramento que determine la ley médica, y a

nadie más.

Estableceré el régimen de los enfermos de la manera que les sea más provechosa según mis

facultades y a mi entender, evitando todo mal y toda injusticia. No accederé a pretensiones que busquen la

administración de venenos, ni sugeriré a nadie cosa semejante; me abstendré de aplicar a las mujeres

pesarios abortivos.

Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza. No ejecutaré la talla, dejando tal

operación a los que se didican a practicarla.

En cualquier casa donde entre, no llevaré otro objetivo que l bien de los enfermos; mi libraré de

cometer voluntariament faltas injuriosas o acciones corruptoras y evitaré sobre todo la seducción de mujeres u

hombres, libres o esclavos.

Guardaré secreto sobre lo que oiga y vea en la sociedad por razón de mi ejercicio y que no sea

indispensable divulgar, sea o no del dominio de mi profesión, considerando como un deber el ser discreto en

tales casos.

Si observo con fidelidad este juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión,

honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí la suerte contraria.



Juramento de Hipócrates. Fórmula de Ginebra. Asociación Médica Mundial: Asamblea 8/11 - IX – 1948



En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica me comprometo

solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad

Conservaré a mis maestros el respeto y el reconocimiento a que son acreedores.

Desempeñaré mi arte con conciencia y dignidad. La salud y la vida del enfermo serán las primeras de

mis preocupaciones.

Respetaré el secreto de quien haya confiado en mí.

Mantendré, en todas las medidas de mi medio, el honor y las nobles tradiciones de la profesión

médica. Mis colegas serán mis hermanos.

No permitiré que entre mi deber y mi enfermo vengan a interponerse consideraciones de religión, de

nacionalidad, de raza, partido o clase.

Tendré absoluto respeto por la vida humana, desde su concepción.

Aún bajo amenazas no admitiré utilizar mis conocimientos médicos contra las leyes de la humanidad.

Hago estas promesas solemnemente, libremente, por mi honor.

domingo, 29 de marzo de 2009

CLAMOR SOCIAL CONTRA EL ABORTO




La protesta es contra toda ley que consienta el aborto provocado en cualquiera de sus formas y modalidades

Ochenta y siete localidades españolas, muy especialmente Madrid, han sido escenario este fin de semana de un hecho insólito: decenas de miles de ciudadanos, acaso cientos de miles, se han movilizado saliendo a la calle a proclamar su defensa del derecho a vivir de los concebidos y aún no nacidos, y a expresar su rechazo a las leyes que consienten el azote del aborto provocado, que ya lleva cobradas más de un millón y cuarto de víctimas en nuestro país en los últimos 25 años.

Lo insólito de estas movilizaciones no ha sido el motivo, sino la convocatoria, que ha corrido a cargo de unas cuantas organizaciones privadas, carentes de todo apoyo financiero que no sea el de sus propios socios y simpatizantes. Sería sumamente difícil encontrar un precedente parecido; pero una causa tan noble y altruista como la defensa de los más indefensos ha encontrado, gracias a internet y al “boca a oreja”, apoyo moral de instituciones españolas y extranjeras, laicas y confesionales y, sobre todo, comprensión por parte de millones de compatriotas: es bien sabido que una manifestación no subvencionada en la calle revela al menos la aquiescencia entusiasta de entre 10 y 20 veces el número de manifestantes, y la simpatía de un número aún mayor de ciudadanos que no han podido acudir. Dos rasgos destacamos de lo ocurrido en esas concentraciones humanas a favor del derecho de todos, en especial los más pequeños y débiles, a vivir: el primero es el ejemplar civismo con que se han desarrollado, cuidadoso con los bienes públicos, exquisitamente respetuoso con todos (incluidos los adversarios). La intervención de un piano y un violonchelo en medio del silencio absoluto de la muchedumbre permite hacerse una idea del nivel de la manifestación de Madrid. Pero hay que resaltar también, en cuanto al contenido de las concentraciones, que las expresiones de protesta no se han dirigido contra el proyecto de nueva ley de plazos que se propone el Gobierno, ni contra el disparate de consagrar legalmente el presunto derecho de las menores a partir de los 16 años para someterse a un aborto sin autorización y ni siquiera conocimiento de sus padres. La protesta ha ido dirigida contra toda ley que consienta el aborto provocado en cualquiera de sus formas y modalidades. El Gobierno debería tomar buena nota de esto, si fuera verdad que busca la verdad y el servicio al bien común. Pero mucho nos tememos que este clamor social será ignorado, con lo que este problema habrá de persistir. Porque nunca será aceptado este holocausto pacíficamente mientras quede un rastro de respeto a la dignidad humana.

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